La complacencia que muestran los
residentes de ORL de las unidades docentes españolas con la calidad de su
formación es coherente con un sistema MIR español que no efectúa evaluaciones
formales y objetivas del grado de consecución de los objetivos docentes requeridos
por el programa oficial de la especialidad, limitadas a las evaluaciones
subjetivas muy generales recogidas en las Fichas de Evaluación del Ministerio
de Sanidad. Esta complacencia contrasta con el elevado conocimiento que muestran
sobre el número y complejidad de esos objetivos docentes y, sobre todo, con la
cuestionada capacidad de sus unidades docentes para ofrecerles la posibilidad
de que con sus recursos humanos, materiales y de actividad puedan llegar a
alcanzarlos en su totalidad.
Los residentes de
otorrinolaringología se adaptan perfectamente a los nuevos requerimientos de la
andragogía y se muestran activamente dispuestos a autoguiar su aprendizaje
cuando las herramientas formativas y el respaldo de sus tutores lo permiten.
Cuando mayor es la capacidad formativa que ofrece una unidad docente también es
mayor la disposición de los residentes a utilizar las nuevas herramientas
formativas, incluso si no son obligatorias, y a ser más exigentes en la
cumplimentación integral de su programa docente.
La ventaja de FORMIR de aunar en
una única herramienta formativa la capacidad de permitir evaluaciones
formativas y sumativas a los residentes de ORL lo convierten en su opción
preferida para sustituir al actual y obsoleto Libro del Residente. Su formato
de portafolio electrónico admite la evaluación de todos los niveles de la
pirámide de Miller y su masiva aceptación se basa en que mejora las
prestaciones de cualquier otra herramienta evaluativa actual por su interfaz
sencilla e intuitiva, la facilidad y comodidad de registrar sus actividades, el
feedback numérico y automático que les devuelve cuando registran sus
actividades y que les muestra cuántas competencias han adquirido y cuántas y
cuáles les quedan por adquirir, su capacidad de almacenamiento de evidencias,
el escaso tiempo que les consume el registro de las actividades, y su capacidad
de visualizarse tanto bajo el formato del logbook de la UEMS, como bajo el
formato de un curriculum vitae.